Mi sobrino que es un capeta de tres años, mientras le lavaba las manos decía:
_Mi mamá lava toda la ropa de mi papá y la mía, pero cuando yo sea grande me voy a lavar mi ropa.
_No te piensas casar? Aqui se me salió lo cavernicola, que me disculpen las mujeres.
_No! me dijo,
_porque? volví a preguntarle
_porque soy muy veloz.
Me reí con muchas ganas, porque la primera imagen que pasó por mi cabeza fue la de un gato brincando lejos del alcance de la gata que acabó de poseer. Pero unos segundos después su respuesta me pareció atinada.
La velocidad es un negocio increíble, algo que yo queria tener, en usos practicos me serviría para llegar, partir, huir, siempre a tiempo o antes, incluso. Y teoricamente para ir y venir en el tiempo o quien sabe como dicen los paralamas, para escapar de la tristeza.
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